La situación actual de la minería metálica internacional es muy complicada, la crisis de deuda europea y la incertidumbre que sobrevuela por la economía China han hecho que el valor de las commodities (entendiéndose estas por las materias primas metálicas) caiga en picado, arrastrando al sector minero detrás. La minería metálica es un negocio de alto riesgo por dos motivos, uno económico que es el estar directamente relacionado con el valor en bolsa del bien extraído, y otro técnico, por necesitarse un movimiento de tierras muy alto para producir una pequeña cantidad de metal, además de necesitarse complejos métodos mineros y metalúrgicos para la obtención de la materia prima final. También a los problemas descritos anteriormente se suma una legislación muy restrictiva que hace muy difícil la apertura de nuevas explotaciones.
Es por estos motivos que la minería metálica internacional está muy presionada y con serias dificultades pero no todo son malas noticias, si bien esta presión obliga a la búsqueda de nuevos procesos y métodos de explotación que mejoren la producción vía aumento de la misma o a través de costes de producción más bajos, y en la mayoría de los casos estas mejoras pasan por una inversión en nuevas tecnologías.
Por todo ello aparecen nuevos métodos de explotación como el llamado Heap Leaching o lixiviación en montones en su traducción literal. Este método nace de los conocimientos adquiridos a lo largo de los años por el empleo de la lixiviación en otros procesos y de la cada vez más estricta legislación minera. Este proceso consiste básicamente en el acopio de grandes montones trapezoidales de tierra con el mineral objeto de explotación sobre una superficie impermeable para después regar o verter sustancias lixiviantes (diferentes para cada tipo de mineral que se quiera extraer) sobre la parte superior del acopio, permitiendo así que esa sustancia se filtre a través del acopio y se adhiera al mineral arrastrándolo al fondo y depositándose en la superficie impermeable. Después, mediante tuberías o sistemas drenantes se recoge el lixiviado en balsas o depósitos para su separación obteniendo así el mineral. Este proceso tiene grandes ventajas no sólo económicas, sino medio ambientales pues se produce una recuperación total de los elementos empleados en la separación mediante recirculación evitando así vertidos innecesarios. Además, las sustancias lixiviantes por lo general son elementos fácilmente controlables que se pueden neutralizar de forma sencilla. Las principales características de este método son:
- Bajas inversiones de capital (COPEX) y reducción de los costes de operación (OPEX)
- Rápida recuperación del mineral
- Sin vertidos de residuos
- Diseño sencillo y equipos simples
- Bajo nivel de impacto ambiental
- Rápida construcción
- Baja necesidad energética y de agua
- Se puede aplicar en minerales de baja ley, vertidos y rechazos
A estas ventajas se debe añadir que los acopios tratados pueden utilizarse en la posterior restauración de la explotación minera, devolviendo el terreno a su forma y su contenido natural.
Actualmente este método se emplea en la obtención de oro, cobre, uranio, etc. El Heap Leaching o lixiviación se encuentra en una fase de expansión, siendo su efecto mayor en Chile.
Más información: Heap Leach: Mining’s breakthrough technology
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